Prestar un vehículo (de empresa) entre particulares, ¿no provoca problemas? Por ejemplo, en caso de accidente...
Piet Maes: «Como ocurre con todo: para ser buenos amigos hacen falta buenos acuerdos. Nos ponemos en la situación del usuario final y hacemos posible, por ejemplo, que todos los daños existentes se puedan visualizar en la aplicación. Si utilizas el vehículo, solo tienes que comprobar los daños, es algo que hay que automatizar. Si ves otro arañazo o roce, tienes que hacer una foto directamente con la aplicación. Entonces, el usuario principal puede confirmar que el vehículo ya tenía ese daño. Por eso es tan importante que realicemos un seguimiento regular sobre el mercado. Nuestra plataforma Miles debe ser compatible con estas cosas, incluso antes de que nuestros clientes las pongan en práctica».
¿Cómo podéis realizar un seguimiento breve e incluso predecir estos procesos?
Piet Maes: «No solo tenemos a los mejores informáticos, también disponemos de nuestros propios especialistas en movilidad que se encargan de desarrollar una visión de futuro en esta materia. Todo esto está en nuestro ADN, nos hemos centrado totalmente en la movilidad desde el principio. Y también somos de mente abierta: tenemos una red muy fuerte en el sector. Estamos activos en todo el mundo, con una visión global, pero con una presencia muy local».
Entonces, apostáis por un futuro prometedor para la flexibilidad y el intercambio de vehículos. ¿También estáis trabajando en otros proyectos para la movilidad del mañana?
Piet Maes: «Por supuesto. Como ya he dicho, apostamos por una movilidad óptima. Es decir: eficiente, conveniente, económicamente interesante y con un impacto mínimo en el medio ambiente y la calidad de vida. No cabe duda de que el coche tiene cabida en la movilidad del futuro, pero tenemos que aprender a valorar qué medio de transporte es el mejor para cada desplazamiento. Para ello, debemos apoyar a los usuarios finales con un paquete que incluya diversas posibilidades. Para un desplazamiento, el transporte público; para otro, una bicicleta eléctrica. Pero el hecho de despreocupar al usuario final no tiene por qué limitarse a esto. Fijémonos en lo que KBC está haciendo con «Move Smart». Ofrecer varios modos de transporte es interesante, sí, pero también lo es ofrecer servicios de apoyo como, por ejemplo, que te recojan el coche para cambiarte los neumáticos, asistencia en caso de avería, etc. Hay muchísimos servicios relacionados con la movilidad, y nosotros los anticipamos y los incluimos en nuestra plataforma».